domingo, 30 de septiembre de 2012

Urdiceto y Cruz de Guardia

Nuevos retos, buscar nuevos retos es una parte importante en esto de "ir con la bici por la montaña", al menos para mí, siempre un poco más lejos, un poco más arriba, un poco mas difícil o un poco más duro, el marcarse nuevas metas ayuda a mantener la motivación alta, a mi me gusta cambiar y no hacer siempre lo mismo, y esto de descubrir nuevos territorios siempre tiene su gracia.

Hace unos meses pude hacer Urdiceto y el Puerto de la Madera, si bien la ruta continuaba al día siguiente con la ascensión al collado de Cruz de Guardia y el posterior descenso hasta Bielsa por el GR, no pudimos culminar lo que se preveía como el broche de oro a un apoteósico fin de semana de MTB por culpa de la lluvia, tuvimos que "abortar misión" y dejarlo para otra ocasión.

Pues esa ocasión llegó, y esta vez la idea es hacerla por la variante de "Pardinas", ya no quedaba mucho tiempo para hacerla, quiero decir este año, por allí ya mismo empezarán las bajas temperaturas, las nevadas y los días escasos de luz, así que el plan era una "pernoctación furgonetera" en el parking de Bielsa el sábado noche, rutear el domingo y de vuelta para casa al terminar. Esta vez tenía un compañero de fatigas "duro", el amigo Pere, ávido como yo de conocer nuevos territorios.

Bien tempranito empezamos, el día está encapotado, si bien no parece que vaya a llover, empezamos por carretera, pero después de unos pocos kilómetros la abandonamos para afrontar el primer palizón del día, la pista que conduce asta el lago Urdiceto, he subido por pistas "hijaputas", pero esta se lleva la palma, su desnivel, distancia y mal estado no son lo que yo considero la mejor manera de "calentar".

Después de un buen rato la pista se acaba (yiiiiiiiiiiiihhhhaaaaa!!!!), ya estamos en el lago de Urdiceto, no lo conocía y solo lo había visto en fotos, pero aun así me di cuenta de que el nivel de agua que mostraba es bastante bajo.


Lago Urdiceto


El día escampa, si bien corre una gélida brisa que hace que no nos prodiguemos mucho por el lugar, bocadillo para la tripa, protecciones varias para las extremidades y para abajo que aun nos queda.





La bajada hasta el hospital de Gistaín es de lo más variopinta, con muchos pasos con piedra suelta y senderillo estrecho, sin más sobresaltos llegamos al hospital y nuevamente toca pista, más pista, tenemos que subir asta el collado de Pardinas, vamos a buen ritmo pero sin forzar, mucha gente me ha advertido de llegar "en condiciones" al collado de la Cruz de Guardia si no quiero lamentarme, la bajada final es muy sufrida si no tienes las fuerzas necesarias para afrontarla....

En la subida somos testigos de un acontecimiento peculiar:



Ya estamos cerca del collado de Pardinas.




Antes de coronar nos toca porteo, porque que sería de una ruta pirenaica sin porteo? esta vez no es mucho trozo, unos 200 metros, montones de ovejas incrédulas nos miran pensando:"Pero que huevos hacen estos con la bici al cuello?". Ya estamos apunto de coronar.



Coronamos Pardinas, el final de la ruta se acerca, si bien nos queda la guinda del pastel.


Collado de Pardinas


Ya casi estamos, queda un trozo por una llana pista y estaremos en el Collado de la Cruz de Guardia.

Y ya estamos aquí, montones de kilómetros, metros de desnivel y esfuerzo en general quedan atrás, llegamos "bien" físicamente, ni pájaras ni rampas previas, pero el tute que llevamos encima a estas alturas es considerable.




El descenso asta Bielsa es "total", no hay mejor manera de describirlo, tiene de todo, piedras por doquier, curvas y más curvas, repechos, zonas lentas, zonas rápidas y zonas técnicas, todo ello por un denso bosque, eso si, es muy físico, ya estamos en las últimas y no damos para mucho más, pero cuando creíamos que ya estábamos al llegar a una pista, descubrimos que aun queda otro trozo de GR asta Bielsa, probablemente el trozo más físico, o al menos así me lo pareció.

Por fin llegamos a Bielsa, la bajada tiene una fama que la precede, y es bien merecida, estamos agotados pero con una gran sonrisa en la cara.


Ya solo nos queda el largo regreso a casa, y de camino, aun con todo el cansancio que llevamos encima, ya estamos pensando en la próxima ruta, en un nuevo reto.






martes, 11 de septiembre de 2012

Les Mines de Liat

Les Mines de Liat, antiguo enclave minero situado a 2300 metros de altitud y perteneciente al termino municipal de Vilac, en la comarca de la Vall d'Aran, que fue explotado desde el siglo XVIII asta mediados del siglo XX y que actualmente se encuentra abandonado, pero lo mejor de todo es que está enclavado en un bonito valle, y lo que es mejor aún, se puede visitar encima de una bicicleta, así que una vez decididos el día y los acompañantes, solo queda esperar a que ese día llegue.


Y ese día llegó, el plan es de lo más rústico, acampada clandestina en medio del monte la noche anterior a la ruta, en las cercanías del famoso Saut Deth Pish, los acomodados dormirán en furgoneta, los "pobres" dormiremos en humildes tiendas de campaña, concretamente en esa maravilla de la tecnología que son las tiendas "automáticas" del Deca, se montan en un periquete (aunque plegarlas a veces es un suplicio).

Campamento chungo




En mitad de la noche tuvimos compañía equina, aunque más de uno pensaba que se trataba de algún oso por los ruidos que hacían........, por la mañana, y como cual palomas en el parque, acudían en masa para ser alimentados.




Equinos gorrones



Después del desayuno llegan Ricard y sus secuaces, tras una breve visita a la cascada del Saut Deth Pish empezamos la ruta, una horita aproximadamente de subida por pista, un tostón pero bastante llevadera. Una vez cerca del Coll de Varradòs, nos desviamos a la izquierda y nos internamos en el temido "pasto efecto cepo", a partir de aquí empieza lo bueno.









Antes de llegar a les Mines la cosa se pone dura de verdad, tramos de subida con mucha pendiente pero a su vez muy rotos nos hacen poner a prueba nuestra "patata", se organizan competiciones clandestinas para ver quien es capaz de subir más metros sin poner pie a tierra, todo esto aderezado con un par de breves porteos ( que no falten ).


Por fin estamos en las dichosas Mines, construcciones semi-derruidas, utensilios de metal desperdigados por el suelo, restos de vías y vagonetas, y también algún pozo que otro nos esperan.


 


Ahora queda lo de siempre, zamparnos el bocata, vestirnos de Power Rangers y tirar para abajo raudos como el viento, esta vez haremos la variante ( de las dos posibles) de Güerri.








La bajada es de lo más entretenida, un sendero bastante sucio que se va internando en un escarpado valle, poco a poco la dificultad aumenta, aparecen las zetas a montones, a todo esto el sendero se hace de lo más aéreo por momentos, a tramos estamos expuestos a una considerable caída, el sendero no es excesivamente difícil, pero más vale no cagarla........una vez superada la parte crítica proseguimos, en ese instante mi patilla de cambio dice basta, y como no dispongo de recambio me toca completar el resto de la bajada sin cambio ni cadena, no hay problema, es todo bajada, y además, como mola el bajar sin ellas, que silenciosa es la bici. La parte final discurre por una rápida senda ya por el bosque, la velocidad absurda es lo que prima aquí, por suerte sigo sin echar de menos el cambio y su cadena, y un poco más y se acabó, al menos para mi, mi impedimento mecánico hace que no pueda subir el último tramo hasta Canejan para desde allí bajar a Pontaut.

Se acabo lo que se daba, bonita y disfrutona ruta, espero que el resto de la Vall d'Aran también lo sea.


Canfranc 2.0

La anterior visita a Canfranc no acabó de cumplir mis expectativas por así decirlo, la "investigancia" es lo que tiene, aquello tiene mucho potencial, pero es fácil liarla y que la cosa no salga como esperas, por eso que lo mejor es ir con un conocedor del terreno......



Esta vez seriamos tres, el menda, Armand, con el que tenía una ruta pirenaica pendiente, y Lorenzo, nuestro experto guía por la zona. El plan era empezar el martes temprano, como a Armand y a mi Canfranc no nos queda precisamente cerca, decidimos hacer noche el día antes en el área de descanso de Villanúa, llegamos casi de noche, nos pusimos a atar las bicis y preparar la cena que tomaríamos a unos pocos metros de la furgo, en unos bancos de piedra, no llevamos ni dos minutos cenando cuando oímos un gran estruendo, miramos hacia la carretera y vemos una furgoneta estampada en la zanja divisoria entre la carretera y el área de descanso, nos la quedamos mirando y decimos: "como demonios se a metido ahí? y porque va sin luces?" ,un momento después giro la cabeza hacia nuestra furgoneta, que estaba a nuestro lado y .......... no está!, Armand se ha dejado el freno de mano sin poner y no nos hemos dado ni cuenta que la furgo se iba hacia la carretera, echamos a correr hacia ella, dentro de lo malo podría haber sido peor, algún desperfecto en el parachoques y la bicis intactas, pero la furgo tiene dos ruedas en el aire y es imposible sacarla.




No pasan ni cinco minutos que aparece la Guardia Civil en un todoterreno, "bien!" pienso, que oportunos, seguro que con una cincha y el todoterreno nos ayudan a sacar la furgo de allí, pero mira tu que majos que en vez de eso deciden multar a Armand por no poner el freno de mano y marcharse por donde han venido...., donde queda lo de "para servirle y protegerle"?, en fin, poco después con la ayuda de una grúa sacamos la furgo y podemos irnos a dormir, vaya noche más movidita.


Al día siguiente aparece Lorenzo puntualmente, partimos desde Canfranc estación en dirección Francia, poco después entramos en una pista que nos introduce en el bosque, desde allí iniciamos una dura aunque bonita subida por un técnico sendero plagado de "zetas", curvas de 180 grados constantemente y en subida que te obligan a darlo todo.





Ganamos altura rápidamente, tenemos siempre visión directa a la estación, parece mentira lo rápido que hemos subido, de vez en cuando atravesamos algún paso expuesto.




   
                                    




Por fin llegamos a nuestra "cumbre" del día, Fuente Elvira, desde allí iniciamos el retorno a Canfranc por otro sendero plagado de "zetas" que obligan a sacar lo mejor de uno mismo, aquí más vale maña que fuerza, de vez en cuando el sendero se torna más rápido y con más "flow" de ese, pero siempre vuelve a las omnipresentes "zetas".






 
 
 

Sin más sobresaltos que un par de arrastrones leves por mi parte, llegamos a Canfranc, la verdad es que esta incursión por "El paraíso de las zetas" a estado más que bien.



El segundo día el plan es iniciar la ruta desde la estación de esquí de Astún, subir hasta La Raca, bajarla junto con el Ruso y regresar a Villanúa por el camino de Santiago. La subida es por pista, monótona pista sin más encanto que el paisaje que la rodea, en especial el siempre vigilante Pico de Midi d'Ossau.






Después de hora y media de subida, nos plantamos arriba, yo opto por comerme un merecido bocadillo, aunque Lorenzo no esté de acuerdo, allí arriba corre un brisa fresca y tiene prisa por iniciar el descenso, la verdad es que al final yo también tenía algo de frío, me calcé las protes lo más rápidamente que pude y emprendimos el descenso.













Esta bajada tiene también multitud de "zetas", si bien más fáciles que las del día anterior, y es generalmente más rápida, se va internando poco a poco en el bosque para dar lugar a un sendero más ancho y rápido aún, hoy llego abajo enterito. Esta vez Canfranc si que a cumplido las expectativas, aunque aún me quedan muchos rincones por descubrir, así que habrá que volver.


P.D.: Gracias a Lorenzo y Armand por la cesión de alguna que otra foto.